Érase una mamá que en sus ratitos libres, hacía cositas para el pelo de su hija, cositas para sus muñecas… Un día la niña le pregunto:
Mami, ¿por qué no vendes "las cositas"?, así llenaríamos la hucha de caprichos más rápido“
Mami tiene muchas cosas que hacer.
Con el tiempo la mamá empezó a hacer más y más cositas, y la niña, esta vez le dijo:
Mami, deberías vender estas cositas tan bonitas que me haces...
Y aquí estoy, siguiendo el consejo de mi hija.
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